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Beerotaym: Un oasis en el monte occidental del Néguev, en las estibaciones de Sinaí, con un bosquecillo de enormes acacias y dos pozos de agua antiguos que dan nombre al lugar: “Birayn” – Beerotaym, el pozo de Moisés y el pozo de Aharón
Los árboles y los pozos se alimentan de una napa alta de aguas subterráneas ya utilizadas por los cazadores y recolectores hace 55.000 años.
El acuífero alto y la proximidad al camino de Sur (Génesis, 16: 7) dejaron numerosos vestigios arqueológicos que demuestran la colonización que existió a lo largo de la historia: Talleres de elaboración de instrumentos de piedra, pinturas e inscripciones rupestres, utensilios de cerámica, terrazas agrícolas y una cisterna bizantina de las más grandes del Néguev. La región es rica en restos de numerosas culturas, atravesó olas de asentamiento y destrucción desde los albores de la historia y hasta nuestros días.
Desde tiempos de Ozías Rey de Judea, pasando por los nabateos, los bizantinos, en la lucha entre británicos y otomanos al comienzo del siglo XX, la zona cobró importancia estratégica, hasta llegar a las novedosas formas de colonización de principios del siglo XXI.
La región tiene una vegetación especial e interesante que incluye: enormes e imponentes árboles añosos de terebinto, almendros, espinos, zumaques y espléndidas alfombras de flores después de la estación lluviosa. Hay una población estable de animales, algunos exclusivos de la región.
Fotos de la inundación
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